Diariamente, llegan a la clínica numerosos casos de niños con problemas del habla de diferentes características. Cuando hacemos las preguntas referentes al desarrollo del niño (anamnesis), nos encontramos con un alto porcentaje de ellos que aún persisten en el uso del chupete o mamadera, o que los han dejado luego de los 3 años.
Lo aconsejable sería dejarlos después del año. No es necesario hacerlo antes, ya que el chupeteo y la succión favorecen el aumento del tono muscular de los músculos de la boca y la lengua, y la formación correcta del paladar (mejorando la habilidad masticatoria y por ende la articulatoria). Pero, cuando aparecen las primeras palabras, es bueno ir dejando el uso intensivo del chupete. Es importante que el bebe no hable con el mismo en la boca, ya que puede generar malos hábitos articulatorios.
El uso prolongado tanto del chupete como de la mamadera, coloca a la lengua en una posición baja y adelantada, en contra de la posición alta y contra los incisivos que debe tomar. Esto lleva a una hipotonía de toda la musculatura orofacial y malos hábitos masticatorios, deglutorios, respiratorios y articulatorios. Con el tiempo, el paladar se vuelve ojival, la respiración se torna oral en vez de nasal, y así se van alterando las funciones correctas. De la misma manera, la succión digital, también altera el crecimiento adecuado del maxilar y favorece la hipotonía de los músculos orofaciales y adelantamiento lingual.
Es importante que estemos atentos a estos detalles para que nuestros niños puedan ir desarrollándose plenamente, previniendo aquellas circunstancias que tarde o temprano van a incidir en la salud y bienestar psicofísica infantil.